La zozobra y la desesperación consumen a cuatro familias mexiquenses tras la desaparición de sus seres queridos el pasado 13 de junio, de oficio comerciantes quienes viajaron desde Cahuacán, Nicolás Romero, Estado de México, con destino a Oaxaca para vender materiales de construcción.
Lo que inició como un viaje de trabajo el pasado 12 de junio, se ha tornado en una pesadilla que mantiene en vilo a sus parientes. Los desaparecidos son Humberto Cruz Agustín, Francisco Santos Gómez, José Santos Villafranco (padre e hijo) y Joaquín Álvarez Cruz.
Según los reportes, tres de los comerciantes fueron vistos por última vez en Ocotlán de Morelos, mientras que el cuarto se le perdió el rastro en Ejutla de Crespo. La preocupación se intensificó al hallarse el vehículo en el que viajaban completamente abandonado, sin la mercancía que transportaban y, lo más alarmante, sin ningún rastro de ellos.
La angustia de las familias se ha profundizado con la recepción de llamadas sospechosas exigiendo rescate. Sin embargo, ante la ausencia de pruebas que acrediten que sus familiares siguen con vida, los parientes han tomado una postura firme: “No entregaremos nada hasta que los veamos”.
Ante la incertidumbre y la falta de avances, las familias exigen la coordinación inmediata entre los gobiernos del Estado de México y Oaxaca, así como la intervención directa de la Presidencia de la República.
Además, suplican a los medios de comunicación la difusión de los rostros y nombres de los desaparecidos en un esfuerzo por obtener cualquier información que pueda llevar a su localización.