El Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, Sinaloa, se ha convertido en epicentro de una ola de violencia durante los últimos dos días, con un saldo de cuatro reos muertos entre el jueves 26 y este viernes 27 de junio. El primer enfrentamiento ocurrió el jueves por la tarde, cuando una riña entre internos dejó un fallecido y tres heridos, mientras que un segundo incidente el viernes elevó la cifra a tres muertos adicionales, según reportes preliminares
Las autoridades, incluyendo la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa (SSP), han confirmado que los enfrentamientos ocurrieron en diferentes módulos y patios, con indicios de que grupos rivales, posiblemente ligados a facciones del crimen organizado como Los Chapos y Los Mayos, están detrás de los choques. El jueves, la riña inicial fue controlada con apoyo de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, pero el viernes, un nuevo altercado escaló la violencia, dejando a los tres reos colgados o baleados, según versiones extraoficiales. Las lesiones de los heridos del primer día también han complicado el panorama, aunque no se han detallado sus condiciones actuales.
A pesar de operativos recientes que hallaron armas, drogas y un túnel en mayo, la presencia de armamento interno sugiere complicidad o negligencia por parte de custodios o autoridades. El penal, con una capacidad rebasada y antecedentes de fugas, ha sido calificado repetidamente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos como deficiente en condiciones de seguridad e higiene. La narrativa oficial de control rápido choca con la recurrencia de estos episodios, levantando dudas sobre la efectividad de las revisiones y la coordinación interinstitucional.
La zona permanece bajo vigilancia perimetral, y las autoridades prometen una investigación a cargo de la Fiscalía General del Estado,.