Una importante nota periodística de este día en SemMéxico, me recordó que a cincuenta años de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en la ciudad de México en 1975, aquí el piso sigue siendo muy disparejo para las mujeres y entre las mujeres. En este medio siglo hay avances fundamentales legislativos dice el texto elaborado por Sara Lovera, pero también tenemos que decir que muchas mujeres ni enteradas están de aquel importante suceso y lo que devino. Ellas creen que nacieron con estrella y que son parte del poder por merecimiento propio, pero lo realmente grave es la subordinación que persiste en muchas, no en todas, al mandato masculino y algunas toman decisiones en contra de otras mujeres.
Inés Martínez Reyes fue electa presidenta municipal del municipio Zapotitlán Palma en noviembre del 2022. Ese ayuntamiento es uno de los 417 que eligen a sus autoridades a través de los llamados sistemas normativos indígenas (en Oaxaca, otros 153 municipios son electos por partidos políticos).
Elegir autoridades municipales por parte de la ciudadanía no garantiza nada. Basta con la desestabilización de un grupo de hombres con actitud misógina para destituir a una presidenta municipal, para que se genere un proceso que arrebate al pueblo el gobierno que eligió y peor todavía esto genera nuevos y avezados intereses desde otros rincones del gobierno donde la idea es ir por el dinero.
Resulta que desde que tomó protesta Inés Martínez Reyes para el periodo enero 2023 a diciembre 31 del 2025, el síndico y el regidor de Hacienda, José Longinos Martínez y Damián Reyes Longinos, respectivamente, sintieron herida su hombría y empezaron una guerra sucia en contra de la presidenta municipal que ondeaba orgullosa ser la primera mujer en gobernar su pueblo. Estos dos personajes molestos porque como decían antes (hoy se cuidan de decirlo, pero lo sienten) ninguna mujer los va a mandar, tomaron muy pronto el edificio de gobierno, quemaron la patrulla de la policía y era sistemático que bloquearan los accesos a la población ubicada en la región mixteca, dejando a la niñez sin clases y a la clínica sin personal médico.
Así las cosas, la presidenta y la regidora de Salud, Elodia Martínez López emprendieron un permanente periplo para buscar una solución e iniciar un proceso por violencia política en razón de género, después de un proceso largo o lento, no se cual adjetivo usar, el Tribunal Electoral de Oaxaca acreditó la violencia política. Un año después el Congreso de Oaxaca determinó declarar procedente revocar el mandato por el que fueron electos Longinos Martínez y Reyes Longinos (sobra decir que son parientes).
Acto seguido, 35 de 42 diputados en la segunda sesión del segundo periodo extraordinario de sesiones, declararon procedente la suspensión del Ayuntamiento del Municipio de Zapotitlán Palmas, Huajuapan, Oaxaca, por la existencia de vacío de autoridad y de ingobernabilidad que hacen imposible su funcionamiento.
En SemMéxico y en otros medios locales se ha consignado de forma permanente la lucha de la suspendida (o desconocida) presidenta municipal de Zapotitlán Palmas, por lo que es difícil de creer que hayan ignorado su esfuerzo y su lucha contra el machismo en su pueblo.
Inés Martínez Reyes se sumó a la lista de personas que la otra misoginia, la institucional, ejerce sistemáticamente contra las mujeres. Porque operó la obediencia y no la razón, como bien lo expusieron la diputada de Morena, Cony Rueda Gómez, y la diputada de Movimiento Ciudadano, Alejandra García Morlan.
Rueda Gómez trató, desde hace meses de buscar una solución al problema que denunció varias veces la presidenta, tanto que apenas hace unos días logró detener este mismo acto, pero solo lo retrasaron unos días. Este viernes 20 de junio se consumó la suspensión. No lo logró porque en el fondo operó la ambición de un político ajeno a este poder, se llama José de Jesús Romero López, otrora un activista toma edificios y carreteras del PRD y de herencia coceista, solo que ahora en el bando del poder, como secretario de gobierno y el poder cambia a las personas, como se dijo en el Congreso.
Lo que, si se exhibió en esta refriega, pese al pequeño municipio en disputa, fue la injerencia del poder Ejecutivo en el Legislativo, lo que confirma que el Estado de Derecho se ha hecho añicos en Oaxaca por el actual gobernante y la banda que preside. Para ello, en el Congreso local está un operador del gobernador Salomón Jara, se llama Benjamín Viveros, que hoy mismo amenazó y pretendió que la diputada Cony Rueda dejara de intervenir, así el nivel.
Las y los diputados morenistas actúan igual que en aquellos viejos tiempos del priismo, desde la secretaría de Chucho Romero cada diputado y cada diputada, para empezar quienes militan en Morena, el Partido Verde, los priistas y un grupo de tres que se hace llamar “grupo plural”, recibieron la orden de suspender ese municipio. Se revelaron los tres diputados del Partido del Trabajo, la diputada morenista Rueda Gómez y la diputada Alejandra Morlan de Movimiento Ciudadano y dos mejor ni fueron a la sesión.
En este hecho encaja bien el dicho de que cuerpo de mujer no garantiza pensamiento de mujer, menos aún pensar que podrían ser afines a las causas de las mujeres, aunque utilizan el discurso de género, porque pese a ser mayoría las mujeres no impidieron que se violentaran los derechos políticos de otra mujer, ellas, al menos 20 o 21, ni duda cabe, siguen siendo subordinadas del patriarcado y prestan sus empeños para el servicio de los hombres. Ojalá nunca más utilicen a las mujeres y sus luchas en sus discursos, porque no tiene caso, ya no engañan a nadie.