EE.UU. – La Guardia Nacional y agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han sido desplegados en las calles de Los Ángeles, trabajando junto a la Policía de Los Ángeles (LAPD) para controlar las protestas contra las redadas migratorias de ICE. Imágenes en vivo, transmitidas por varios canales, muestran a oficiales federales y de la Guardia Nacional deteniendo a decenas de manifestantes en el centro de la ciudad, cerca del edificio federal Edward R. Roybal, donde se han reportado al menos 50 arrestos en las últimas horas.
Testigos en redes sociales destacan que ‘los federales han sido mucho más agresivos’, utilizando gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y tácticas de dispersión más intensas que las empleadas por la LAPD en días anteriores, lo que ha generado enfrentamientos y caos en áreas como Paramount y el distrito de la moda.
WATCH: Law enforcement tackle man in a mask during anti-ICE unrest on live TV. pic.twitter.com/Ak2V6uMjyQ
— Fox News (@FoxNews) June 10, 2025
El despliegue, ordenado por el presidente Donald Trump bajo el Título 10, incluye a unos 300 efectivos de la Guardia Nacional ya en el terreno, junto con 700 marines en estado de alerta desde Camp Pendleton, según reportes oficiales.
Esta intervención sigue a dos días de disturbios que dejaron escombros, vehículos quemados y más de 150 arrestos desde el viernes. Fuentes locales, incluyendo la alcaldesa Karen Bass, han criticado la escalada, argumentando que la LAPD tenía la situación bajo control, pero las autoridades federales, lideradas por el secretario de Defensa Pete Hegseth, justifican la medida como necesaria para proteger propiedades federales y responder a lo que llaman ‘insurrecciones’. Sin embargo, la narrativa oficial choca con reportes de testigos que señalan un uso excesivo de fuerza, incluyendo agresiones a manifestantes pacíficos.
La presencia federal ha coincidido con una expansión de las protestas a otras ciudades como Dallas, Austin y San Francisco, donde también se han registrado arrestos y disturbios. En Los Ángeles, la colaboración entre DHS, Guardia Nacional y LAPD ha generado cuestionamientos sobre la legalidad de la federalización, especialmente tras la demanda de Gavin Newsom, quien la considera una violación de la 10ª Enmienda.
Aunque el DHS y el gobierno federal insisten en que esta agresividad es una respuesta a ataques contra agentes (con un aumento del 413% en agresiones reportadas), críticos sugieren que podría ser una estrategia para imponer control político, exacerbando las divisiones sociales en lugar de resolverlas, mientras las transmisiones en vivo muestran un panorama de tensión que podría escalar en las próximas horas.