En los últimos días hemos visto que la crisis sanitaria que vivimos actualmente ha cambiado las formas de vida y de trabajo que conocemos, pues es verdad no son vacaciones, las actividades laborales no se detienen y tenemos que aprender que las nuevas tecnologías llevando acabo el famoso “home office”.
Llevamos el trabajo a casa, la Ley Federal del Trabajo contempla en su capítulo XII que “Trabajo a domicilio es el que se ejecuta habitualmente para un patrón, en el domicilio del trabajador o en un local libremente elegido por el, sin vigilancia ni dirección inmediata de quien proporciona el trabajo. Será considerado como trabajo a domicilio el que se realiza a distancia utilizando tecnologías de la información y la comunicación.”
El trabajo a distancia nos permite dar continuidad a la operación en de las diversas actividades de los sectores público y privado, y como mecanismo para evitar la propagación de COVID-19, pues reduce la concentración y contacto de personal en las instituciones.
Pero ojo, que pasa con la información que de una u otra manera esta en nuestro poder y sobre todo, que pasa con los datos personales que están siendo tratados bajo esta modalidad y más aun cómo podemos proteger los esa información de personas no autorizadas que ingresen en nuestros equipos ya que todos los que de alguna u otra manera manejamos datos personales, no estamos exentos de cumplir con los principios, derechos y obligaciones que establece la legislación en nuestro país relativo a la protección de datos personales.
Para hacerlo de forma efectiva y segura, el personal y las instituciones públicas y privadas deben de considerar un conjunto de medidas de seguridad para así proteger la información y los dato personales que manejen; a nivel nacional el INAI ha generado diversas recomendaciones para el uso y protección de datos personales tanto para el sector privado como el público para la implementación de una adecuada estrategia de home office, las cuales nos permitirán continuar con nuestras actividades cotidianas sin dejar protegida la información que manejamos.
– Insertar medidas de seguridad que protejan a los dispositivos móviles de cualquier software malicioso que pueda comprometer la información y datos personales que estos almacenan.
– Asegurar que los dispositivos en los cuales trabajaran cuenten con las últimas actualizaciones instaladas.
– Verificar que el entorno donde se utilicen las herramientas tecnológicas sea seguro, para evitar su pérdida o extravío, así como la información y datos personales que contenga.
– Establecer las medidas necesarias para boquear el acceso a los dispositivos donde se contiene información y tratamiento de datos personales como por ejemplo un código o patrón o huella.
– Usar las medidas para controlar el acceso a aplicaciones o servicios, como por ejemplo el uso de contraseñas robustas, autenticación de múltiples factores.
– Implementar medidas para el borrado remoto de dispositivos en caso de pérdida, robo o extravío.
– Conocer los canales de comunicación con nuestros empleadores, es decir, utilizar las nuevas tecnologías para ver a través de que medio se podrán reportar cualquier tipo de incidente que comprometa o afecte la seguridad de la información y/o los datos personales.
Para llevar de forma efectiva home office es necesario concientizar a los colaboradores sobre la responsabilidad de proteger la integridad, confidencialidad y disponibilidad de la información y datos personales que tratarán para continuar con sus actividades laborales con la modalidad de “trabajo a distancia”.