Después de la promesa de “echar atrás la Reforma Educativa” del precandidato de la coalición Juntos haremos historia, Andrés Manuel López Obrador, las Redes sociales progresistas magisteriales –organización liderada por miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) – ofrecen ser sus defensores del voto en casillas el día de la elección, pero concretarlo dependerá de la aceptación de los dirigentes de Morena, asegura Fernando González, exsubsecretario de Educación.
La organización magisterial tiene presencia en 80% de los distritos electorales del país, pero su operación a favor de López Obrador se hará a partir de “las señales políticas claras” con el tabasqueño y su equipo partidista. “Veremos si la relación (con López Obrador) maduró en las precampañas”, dice González en entrevista con Animal Político.
González, yerno de Elba Esther Gordillo, y Rafael Ochoa, exsecretario general del SNTE durante 11 años, encabezan las Redes que están agrupando incluso a los disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) porque coinciden por primera vez en la misma causa: “echar atrás la Reforma Educativa”.
En las próximas semanas, además, esta organización operado por el círculo cercano de la exlideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, harán foros con organizaciones sociales y los personajes propuestos como integrantes del gabinete de López Obrador, para continuar con el acercamiento del magisterio con el tabasqueño.
Según Fernando González, Redes sociales tiene presencia en casi todas las secciones electorales del país y ponerlos como defensores del voto el día de la elección será resultado de la “madurez” de los “líderes en el entorno (de López Obrador), porque los hombres solos no existen, existen los líderes y sus equipos”.
“Necesitamos consistencia política en la determinación de nuestra cercanía y nuestro apoyo. Vamos a estudiar para cuánto nos alcanza, pero vivimos un momento de evaluar. Estaremos atentos al esquema que definan los partidos”, dice el líder magisterial.
La Reconciliación
La operación política de los maestros a favor de Andrés Manuel López Obrador es un escenario distinto al de las dos elecciones pasadas. En 2011, incluso, el candidato presidencial por el PRD dijo que Gordillo, a quien se refería como cacique, le había solicitado un encuentro pero él lo había rechazado porque quería llegar a la presidencia pero sin “dejar trozos de dignidad en el camino”.
Ahora, López Obrador ha aceptado tener cerca de los operadores de Gordillo y, según dijo en un mitin el domingo en Zacatecas, respetará la autonomía sindical y, de llegar a la presidencia, tendría trato directo con el SNTE.
Incluso, este domingo 10 de febrero firmó el Acuerdo para la transformación de la educación en México con Rafael Ochoa, en el que se compromete a echar atrás la Reforma Educativa, mientras el magisterio confirma su “total adhesión” a su candidatura.
En tanto, por parte del magisterio, dice González, “las cosas han cambiado y nada de lo que nos dijimos hace seis años es válido. Lo que podamos hacer hagámoslo. Él ha dicho ‘bienvenidos’ y nosotros agradecemos mucho su generosidad”.
Aunque el SNTE tuvo una tradición priista y luego conformó el Partido Nueva Alianza, esta vez está apoyando a un candidato de una coalición formada por Morena, PES y PT porque según González, López Obrador es el único candidato que puede “reconciliarnos y sacarnos de este bache” en el que se encuentra el país. Incluso lo califica como el “más sabio, con el de mayor conocimiento territorial. No estamos escogiendo a un hombre por sus credenciales académicas, sino por sus habilidades políticas”.
“Sí a la evaluación”
Este 10 de febrero López Obrador y Rafael Ochoa concretaron el primer documento oficial para echar atrás la Reforma Educativa denominado Acuerdo para la transformación de la educación en México en la que se establece eliminar la evaluación docente, aunque González matiza que los profesores “no están en contra de ser evaluados” sino de que los resultados condicionen la permanencia en el empleo.
Lo que se busca, dice, no es eliminar la evaluación sino “lo punitivo” porque “lo que no debe entrar a debate es la permanencia en el empleo”, como ocurre con la Ley del Servicio Profesional Docente, en la que se se establece que los maestros que no aprueben la evaluación podrían ser removidos de su plaza y eso, insiste González, es una señal de “desprecio al maestro”.
Las medidas “punitivas” de la Reforma Educativa es una “actitud de la autoridad de arrogancia”, incluso por parte del exsecretario de Educación y actual coordinador de campaña presidencial del PRI, Aurelio Nuño. Esas medidas desprecia la tradición docente y no respeta las conquistas laborales de los maestros como el sistema de escalafón y Carrera Magisterial.
Estos últimos fueron medidas que permitían, por ejemplo, ascender y por ende conseguir mejor salario a través de puntajes conseguidos en cursos hasta de superación personal o sólo por antigüedad, lo que tampoco aseguraba que los mejores maestros estuvieran en las aulas y ganaran más.
Sin embargo, dice González, debe haber un punto medio entre el respeto laboral y las evaluaciones previstas en la Reforma Educativa, por eso, según se estableció en el Acuerdo, López Obrador presentaría una reforma a la Ley del Servicio Profesional Docente para dar “certidumbre laboral” a los profesores.
Esto debe incluir que las evaluaciones consideren las condiciones económicas y sociales de los maestros de acuerdo a sus estados, construir los perfiles que se requieren y mejorar la práctica docente sin amenazar con el cese.