Jazmín GÓMEZ
Estación FOTO
En México se vive una cultura de la intolerancia generalizada en la clase política, en las organizaciones sociales, hasta en la iglesia, en donde se cree que el periodista o la periodista es igual a un publicista o un mercadólogo que sólo debe hablar de lo bonito, tomar la foto bonita y hacer preguntas cómodas, lamentó en Oaxaca el periodista y escritor mexicano, Jenaro Villamil.
El experto en temas políticos y medios de comunicación masiva expuso que en este país se pasó de una cultura autoritaria a una cultura de la intolerancia en donde desde la CNTE hasta Morena, desde el PAN hasta la iglesia católica, desde la CTM hasta una funcionaria del DIF en un gobierno, son como “trumpitos” (haciendo referencia a Donald Trump) que callan a reporteras y reporteros solo porque no les gusta lo que preguntan.
Con motivo de la inauguración del seminario de Periodismo y Derechos Humanos que se impartirá en Oaxaca, organizado por Código DH, el escritor Jenaro Villamil sostuvo un encuentro con periodistas de la entidad que cuestionaron sobre diversos temas que preocupan al gremio.
Indicó que en el caso de los personajes del partido Morena que mostró intolerancia a las notas críticas de periodistas locales, lo que se palpa es que normalmente son los conversos, los que recientemente se acaban de convertir, como en cualquier iglesia, los que se comportan de forma exagerada para demostrar que sí son creyentes.
Agregó que si Peña Nieto canceló espacios a Carmen Aristegui es porque la vio como la culpable del escándalo de la Casa Blanca en lugar de reconocer que sólo él es responsable de la corrupción de la Casa Blanca, políticos tienden a ir contra el mensajero, lo mismos está sucediendo con el caso de López Obrador.
“López Obrador encabeza las encuestas, las preferencias electorales y tal parece que hay esa ansiedad de que nada se mueva para que se transite del 2017 al 2018 y pum, gane mágicamente. Entonces, cualquier crítica que se haga va a herir este momento mágico de las encuestas”, explicó.
El escritor mexicano agregó que ser periodista implica ser incómodo siempre, porque es su principal función, informar, polemizar, decir lo que no quieren que se diga, abrir el debate y el hacerlo no necesariamente significa que estés trabajando con el enemigo.
Preocupante es, reconoció, que López Obrador se enganche al estilo Donald Trump contra reporteros que lo cuestionan o lo critican porque de inmediato los señala como parte de la “mafia del poder”, o que la presidenta honoraria del DIF Estatal en Oaxaca (Ivette Morán de Murat) se sienta inamovible y que no deban hacerle preguntas incómodas.
“Hay una cultura de funcionarios, sobre todo de jóvenes, de los Juniors, sobre todo en este Estado, que creen que los periodistas son mercadologos, que están para tomar fotos bonitas y que no pregunten en ruedas de prensa”, puntualizó.
Finalmente, Jenaro Villamil comentó que esa cultura de la intolerancia y de querer ir contra el mensajero, de callar y silenciar escandalosamente, es lo que está llevando al país a una grave crisis de Derechos Humanos.