¡Tranquilos nomás que den la orden los dejamos entrar!…pero esta nunca llegó y empañaron evento en Palacio de Gobierno
Jazmín GÓMEZ
En una manifestación aparentemente pacífica y una Sección 22 irritada que pretendía ingresar al zócalo de la capital por la fuerza, a empujones por la calle de Guerrero en donde policías estatales mantenían un cerco de seguridad, se escuchó la promesa:
“Tranquilos, nomás que den la orden los dejamos entrar”, prometía uno de los uniformados; pero la orden nunca llegó, lo que devino en un choque entre magisterio y los uniformados, trifulca que echó a perder la Primera Audiencia del Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa.
Dos personas heridas, aunque no de gravedad: el elemento de la policía estatal de nombre Giovanni Gaytán Hernández, y el fotógrafo Hugo Alberto Velasco, fue el resultado del choque de trenes.
Acto que el Secretario de Seguridad Pública, José Raymundo Tuñón Jáuregui, llamó “uso debido de protocolos de seguridad”, y Wilbert Santiago Valdivieso, vocero de la Sección 22 calificó como “represión de Estado”.
El semblante del Gobernador, Alejandro Murat, al interior de Palacio de Gobierno, cambió de un momento a otro, pues anunciaba con entusiasmo ante periodistas la aparición con vida de tres pescadores que naufragaron por seis días en playas de Huatulco al tiempo que se enteraba que afuera, sobre Guerrero, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO) repelían al magisterio con gases lacrimógenos.
Poco antes de las 10:00 horas se anunció la presencia de normalistas, maestros y maestras que pretendían ingresar por la fuerza al zócalo en donde pretendían realizar un mitin con la consigna de la resolución de su última asamblea de “boicotear todos los actos públicos de Alejandro Murat”.
Entre empujones y jaloneos los manifestantes lograron derribar las vallas metálicas lo que llevó a que los uniformados respondieran con gases lacrimógenos y un choque entre ambos grupos que por breves minutos generó tensión en el centro de la capital, y dio como resultado dos personas heridas, el policía estatal y el periodista gráfico.
Posterior a la entrevista que el Gobernador Alejandro Murat ofreció en Palacio de Gobierno, llamó al Secretario de Seguridad, Raymundo Tuñón y al Secretario General de Gobierno, Alejandro Avilés Álvarez y molesto los cuestionó sobre lo que estaba pasando, acto que lograron captar las cámaras de algunos reporteros.
Después del choque, José Raymundo Tuñón Jáuregui, el comisionado de la policía estatal, José Sánchez Saldierna, y el director del IEEPO Germán Cervantes Ayala, salieron a dialogar con el magisterio y permitieron su ingreso al zócalo.
La Primer Audiencia Pública de Alejandro Murat, como las últimas de su antecesor Gabino Cué Monteagudo se vio empañada por esta acción de protesta, pero además afuera, en el zócalo, había tendederos de ropa interior, sucia y vieja de organizaciones de las regiones que se manifestaban desde un día anterior.
Hasta un baño público improvisado en una coladera con bolsas de nailon y palos de madera por parte de manifestantes, y un montón de cenizas frente al acceso principal de Palacio de Gobierno de una fogata nocturna hecha por la Coordinadora Estatal de Pueblos.
Al inicio de la audiencia, el primer cuadro de la ciudad se encontró cercado y resguardado por elementos de seguridad, sobre Guerrero y Bustamante hubo filas, más pequeñas que en audiencias de Gabino Cué por la poca credibilidad en su efectividad, mientras que quienes ingresaban pasaban por dos filtros de revisión de sus pertenencias.
En el interior de Palacio, por representaciones de secretarías, también de delegaciones federales y por orden de importancia bajo el control del Gobernador atendieron a grupos, organizaciones y ciudadanía en general que acudió a presentar sus peticiones o realizar sus gestiones.
A diferencia de Cué, en este caso Alejandro Murat no tuvo cerco de seguridad en su entorno, cualquier persona se le podía acercar y él llamaba a funcionarios que tenían que ver con la demanda de la gente que se le acercó para darles la atención personalizada.
Tacos, agua de horchata y café fue lo que se ofreció a quienes acudieron a la primer audiencia, una audiencia opacada por las manifestaciones y que desde hace dos meses no han parado en la capital de Oaxaca.