La histórica Elección Judicial del 1 de junio de 2025, que buscaba renovar 881 cargos federales, incluyendo nueve puestos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), enfrentó un fuerte rechazo ciudadano, según datos preliminares de la Brigada Antimapaches, una iniciativa de observación electoral integrada por organizaciones de la sociedad civil y encabezada por el Frente Cívico Nacional (FCN). La brigada estimó que solo 1 de cada 10 personas inscritas en el padrón electoral acudió a votar, situando la participación entre el 7% y el 11%, un nivel históricamente bajo que refleja apatía y desconfianza hacia el proceso impulsado por Morena y el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Durante la jornada, la Brigada Antimapaches documentó múltiples irregularidades, como el uso de ‘acordeones’ para orientar el voto, acarreo de personas y la presencia de observadores que actuaban como operadores políticos. Emilio Álvarez Icaza, integrante del FCN, señaló que ‘la ciudadanía ha decidido darle la espalda a esta farsa electoral’, denunciando que en algunos casos se pagaron hasta 4 mil pesos por repartir acordeones. Además, se reportaron incidentes como la renuncia en bloque de funcionarios de casilla en Tepic, Nayarit, y el robo de 25 paquetes electorales en Chiapas, con 131,580 boletas, lo que exacerbó las críticas sobre la seguridad y transparencia del proceso.
El bajo nivel de participación coincide con las expectativas de analistas y opositores, quienes habían advertido que la complejidad del proceso —con miles de candidatos y boletas extensas— y la percepción de politización desincentivarían la votación. Organizaciones como Somos MX, junto al FCN, habían llamado a boicotear la elección, calificándola de ‘simulación’ orquestada por Morena para consolidar su control sobre el Poder Judicial. Partidos como el PAN y el PRI también se negaron a participar, argumentando que el proceso carecía de legitimidad y que algunos candidatos tenían presuntos nexos con el crimen organizado, según reportes de Defensorxs.
A pesar del respaldo de AMLO, quien votó en Palenque y defendió la elección como un avance democrático, y de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien la celebró como un proceso sin barreras legales, las protestas marcaron la jornada. El 31 de mayo, manifestantes colocaron coronas fúnebres frente a la SCJN, y el 1 de junio, colectivos como México Unido, Chalecos México A.C. y Resistencia Civil Activa y Pacífica (RECAP) marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, exigiendo un Poder Judicial imparcial. La baja participación y las irregularidades documentadas refuerzan las críticas de quienes ven en la reforma un intento de Morena por politizar la justicia, mientras el debate sobre la legitimidad de los resultados y el futuro del Poder Judicial sigue abierto.