En el olvido y trabajando, como todos los días para llevar el sustento a sus familias, celebraron su día Aseadores del Calzado, a quienes el último gobierno municipal que los celebró fue el de hace más de dos administraciones.
Este 24 de mayo se celebró el Día del Bolero, dedicado a aquellas personas que se dedican a asear los calzados de personas de todos los estratos socio económicos que gustan tener un calzado reluciente.
En espacios malolientes, invadido por ambulantes, ocupado para hacer sus necesidades fisiológicas por parte de personas con alcoholismo crónico, en el centro histórico de la capital, celebraron su día.
Sergio Gil Hernández Alvarado, secretario general de la Unión de Aseadores del Calzado comentó que aunque tienen un espacio seguro donde laborar, sus ingresos han disminuido en los últimos años, pues tienen que trabajar 12 horas al día para obtener al menos 200 o 300 pesos para llevar a sus hogares.
Indicó que en su oficio tampoco cuentan con prestaciones sociales y a esto se agrega la competencia desleal que les genera la llegada de niños provenientes de Chiapas, quienes son explotados e ingresan al zócalo y Alameda de León a hacerles la competencia con la complacencia de autoridades.
Abundó que entre Alameda de León y Zócalo hay al menos 80 aseadores del calzado, divididos en tres agrupaciones, pero niños y adultos chiapanecos los rebasan en número desde hace varios años sin que se pongan un orden al respecto.
En el tema de ambulantes dijo que evitan confrontaciones, si les ocupan sus lugares procuran recorrerse algunos metros, pues son una organización a la que no le gusta el conflicto y que tiene claro que son las autoridsdes las que deben poner orden.